Antes que polvo somos agua. Vital líquido que tal vez en un futuro se convierta en un “metal precioso”, por él que la humanidad podría estar en conflicto como ahora lo está por el petróleo. Cada uno de nosotros tiene aproximadamente 75% de agua, distribuida en células, tejidos y órganos del cuerpo.
Información diversa sobre el consumo idóneo de este preciado líquido ha dado la vuelta al mundo. La venta de agua embotellada ha generado, además de ganancias millonarias, dudas y confusión con respecto de la cantidad a beber. Campañas publicitarias y programas alimenticios para perder peso nos invitan a diario a consumirla en grandes cantidades.
¿Quién parece tener la respuesta final?. Nada menos que nuestro hipotálamo, una región en la base del cerebro, formada por centros reguladores de funciones tales como: el hambre, el sueño, la actividad sexual y la sed entre muchas otras.
Cada día una persona elimina líquidos y electrolitos a través de la transpiración, la orina y la respiración. Así que nuestro organismo necesita reponer a diario el mismo volumen perdido a través de los alimentos y la ingesta de agua.
El consumo promedio recomendado es de 40/50 ml por kilogramo al día y 20 ml más para niños menores de 10 años. Algunos pediatras aconsejan no dar agua pura a bebés recién nacidos e iniciar el consumo después de los 6 meses, en relación con la lactancia.
Estas recomendaciones, por supuesto, deben tomarse con reserva, porque no hay absolutos al respecto.
La sensación de sed acompañada de sentido común son nuestros mejores parámetros individuales para decidir el consumo de agua cada día. Si practicamos deporte o nuestro trabajo requiere de actividad física la cantidad será mayor. Vivir en el Desierto del Gobi o en el Polo Norte marca una diferencia.
Después de comilonas abundantes en sal y condimentos sentiremos sed. La boca seca, es como el llamado de la selva, prestadle atención. El color de la orina en personas sanas puede ser un buen indicativo. Casi blanca, exceso de agua y los riñones están trabando a destajo. Demasiado oscura, lo opuesto, y los riñones también están en dificultades.
El consumo de agua si se padece enfermedad renal, diabetes o hipertensión deberá ser controlado con el apoyo de un facultativo. En situaciones de vómito, diarrea o fiebre hay una pérdida mayor de agua. Las personas de más edad tienden a beberla menos, por eso siempre será importante prestar atención al consumo de la misma para evitar que se deshidraten.
Café, té, bebidas azucaradas, vino o cerveza son para disfrutar con mesura. La sed y la deshidratación leve se arreglan bebiendo agua. Así que con la señora H2O como aquel refrán Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre.
Por Reyna Arenas
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sábado, febrero 13, 2010
jueves, enero 28, 2010
Nutrientes para adelgazar o mantenerse en linea
Este mundo sufre problemas de excesos, exceso de peso, exceso de hambre, exceso de desigualdades, exceso de gordos, exceso de flacos. Exceso de excesos.
Resulta paradójico que haya mil millones muriéndose de hambre y otros tantos con exceso de peso. Llego a la conclusión de que todo es un problema de excesos, y creo que el principal es el consumismo voraz que nos ha llevado a tan terribles situaciones. ¿Qué se le va a hacer?
Ante el sobrepeso creo que lo más sensato sería hacer una dieta equilibrada, ejercicio y una actividad mental positiva. Estoy seguro que cualquier persona, descartando los que tienen problemas hormonales o genéticos, si evitara los excesos alimenticios y la mala comida, el sedentarismo y las actitudes derrotistas, recuperaría su peso normal - kilo arriba o kilo abajo - en un periodo razonable de tiempo. Digamos de 6 a 18 meses.
A continuación ofrezco algunos elementos nutricionales que están siendo utilizados con éxito en la “nutrición ortomolecular” para bajar de peso. Yo creo que con lo dicho arriba sería suficiente para bajar de peso. Pero si alguien quiere echar una mano para hacer más fácil y rápido el descenso estos nutrientes ayudarán por sí mismos. Los menciono y explico de forma breve y sucinta, su mecanismo de acción y características generales.
Carnitina.
La carnitina es un aminoácido (componente de las proteínas) cuya función es la incorporación de la grasa a las células para su utilización. Los deportistas la utilizan porque les da mayor energía al introducir grasa a la célula. La grasa es altamente energética, un gramo proporciona 9 calorías; si hacemos ejercicio y tomamos carnitina ayudaremos a nuestro organismo a introducir esta grasa a las células para su posterior utilización y por lo tanto su eliminación.
Picolinato de cromo.
El cromo es un oligoelemento que contribuye a aumentar la sensibilidad de los tejidos a la insulina, con lo que los niveles de azúcar en sangre se regulan. Se ha visto, y se ha comprobado científicamente, que acelera la degradación de las grasas, ayuda a definir músculos y controla nuestro apetito al actuar sobre la insulina y por lo tanto sobre los niveles de azúcar en sangre.
Fibra.
La fibra, además de sus beneficios intestinales –es un excelente laxante- ayuda a bajar de peso porque, al ser altamente higroscópica –gran capacidad de absorción de agua- forma una sustancia gelatinosa en el intestino. Esta sustancia es capaz de “secuestrar” y arrastrar las grasas evitando su absorción, y siendo desechadas a la hora de evacuar. Eso sí, no todas las fibras actúan de igual manera, las que mejores efectos han demostrado son las de digestibilidad media.
Rosa de Jamaica.
La rosa de jamaica (hibiscus sabdariffa) es una flor roja con la que se hace una deliciosa agua refrescante de jamaica. Se ha visto que esta flor tiene múltiples propiedades, entre las que destaca la reducción de peso. Esto se debe en parte a sus propiedades diuréticas.
¿Dónde obtener estos nutrientes?
De manera natural podemos obtener la carnitina y el picolinato de cromo en alimentos de origen animal como las carnes, pescados, leche y huevos. La fibra, en cambio, está presente en frutas y verduras, sobre todo en la cáscara. Comamos la manzana sin pelar y tomemos el zumo de naranja o pomelo sin colar. Si podemos evitar quitar la piel de frutas y verduras, cuando sea posible, hagámoslo.
Pero no os preocupéis ni compliquéis la vida. Existen complementos nutricionales, sobre todo aquellos llamados "Fat burners" –quemadores de grasa- que contienen picolinato de cromo y carnitina entre otros componentes. La fibra se puede obtener ya de forma directa en polvo que se diluye en agua y se toma de forma directa. Una de las mejores fibras es el Psyllium Plantago, conocido así por farmacéuticos y herbolarios, que no tendrán ningún problema para encontrar. Incluso la flor de jamaica la encuentran ya encapsulada, porque hacer agua de jamaica a diario es un rollo.
Existen muchos más nutrientes que nos ayudan a controlar o a reducir nuestro peso. Iremos hablando en futuros post de ellos. Si tenéis alguno específico en mente hacédnoslo saber. Muchas gracias.
Por Carlos Gutiérrez
lunes, febrero 16, 2009
¿Beber agua puede matar?

Uno de los componentes fundamentales de nuestro organismo e imprescindible para la vida es el agua. Su consumo habitual es una premisa para nuestra salud, que tanto pequeños como mayores conocemos y en la mayoría de los casos respetamos.
La eficacia y los muchos beneficios que se desprenden de la ingesta diaria de agua no son cuestionables, el problema se presenta cuando el ser humano convierte una fuente de salud en un problema, al aumentar su consumo hasta el extremo de ocasionarle la muerte.
En el año 2007 una mujer perdió la vida en EE.UU. al participar en un concurso organizado para ganar una Wii, el reto consistía en beber la mayor cantidad de agua posible en un tiempo determinado por el jurado. La joven, unas horas después de su participación en dicho juego, comenzó a sufrir un fuerte dolor de cabeza, al poco tiempo murió.
¿Cómo es posible que beber agua pueda matar a una persona adulta? Muy sencillo, nuestros riñones están preparados para filtrar una cantidad de agua. Si les enviamos líquido en exceso su funcionamiento se ve alterado, provocando una bajada de sodio, potasio y cloro, tres de los componentes básicos asociados a la actividad muscular. Si su presencia en el organismo disminuye, los impulsos nerviosos bajan.
El consumo elevado de agua, al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, ni sirve para adelgazar, ni mejora la salud del individuo. Todo lo contrario, ya que un comportamiento compulsivo a la hora de beber agua puede ocasionar problemas en el cerebro, en los riñones y en el corazón, y, llevado al extremo, puede llegar a causar la muerte.
La potomanía, nombre con el que se conoce este trastorno, impulsa a la persona que lo padece a beber agua en forma constante, y en grandes cantidades. Esta necesidad no va encaminada a saciar la sed, sino a proporcionar una sensación de placer que el paciente asocia a esta ingesta excesiva.
Los profesionales médicos alertan a aquellas personas que beban más de 6 litros de agua al día de forma habitual, para que acudan a consulta y se conciencien de su problema, ya que a medio y largo plazo su organismo se verá perjudicado por este comportamiento, provocando un envejecimiento prematuro de sus riñones por el trabajo adicional.
Por Alicia G. García
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