domingo, febrero 22, 2009

LA CRISIS SEGUN ALBERT EINSTEIN


No pretendamos que las cosas
cambien si siempre hacemos
lo mismo”. La crisis es la mejor
bendición que puede sucederle a personas
y países porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia
como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los
descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a si
mismo sin quedar “superado”. Quien atribuye a la crisis sus
fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más
a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la
crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los
países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina,
una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis
donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo
viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es
exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro.
Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que
es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Albert Einstein

Cualificaciones del Reino


Skip Moen

Pero Jesús dijo, “Dejen esos niños, y no los detengan de venir a mí, pues el reino del cielo pertenece a tales personas” Matthew 19:14 (traducción al castellano directa de la traducción por R. France NICNT)

Tales Personas – R.T.France tiene un comentario excelente sobre Mateo. En una nota a pie de página en este verso, señala que no hay sustantivo después de la palabra griega para “tales.” El objeto del comentario de Jesús está implícito, no dicho. Pero es evidente que Jesús no dice que solo los niños entrarán al Reino. Lo que dice Jesús tiene que ver con estatus, no con edad. SI queremos saber quién disfrutará la presencia del Padre, entonces mejor miremos más de cerca las cualidades que proclama Jesús.

Niños pequeños. Ese es el ejemplo que usa Jesús. Ahora, ¿Qué tienen los niños pequeños que los separan del resto de nosotros? Bien, por un lado, son vulnerables. No están en control de la vida – y lo saben. Dependen de alguien más para sobrevivir. El hecho que nos sorprende tanto cuando escuchamos historias de niños que exhiben características de sobrevivencia ante grandes amenazas solo enfatiza cuanto asumimos que los niños no son capaces de cuidarse solos. Si los dejamos solos, la mayoría de los niños mueren. Esa es la realidad de este mundo duro. Solo mira lo que sucede en Somalia, Darfur o Haití.
¿Crees que Jesús desconocía éstas condiciones? El también vivió en una era brutal. Los niños siempre son los primeros en sufrir. Así que cuando habló de las cualificaciones para el Reino, debió pensar en la dependencia, vulnerabilidad y riesgo de ser un niño. Dios cuida por aquellos en necesidad desesperada. Jesús lo reitera en las Bienaventuranzas. “Bienaventurado el pobre de espíritu.”

¿Qué otra cosa encontramos en los niños? Quizás deberíamos prestar atención a su poca importancia relativa. Claro que en una cultura afectada por la evolución social, hemos sido seducidos a creer que el niño es el siguiente gran salvador de la humanidad. Pero la historia nos muestra algo diferente. Los niños no importan. Son el primer bloque desechable. Representan un futuro frágil en un mundo consumido con el ahora destructible. No los enviamos a los hornos de gas, pero ciertamente no tenemos problemas cargándolos con vidas de pobreza. ¿Quién más pagará por nuestras indulgencias adictivas?

Finalmente, los niños no tienen voz. Son la máxima de los ignorados, desechados y olvidados. A fin de cuentas, ¡ni siquiera votan! ¿A quién le importa lo que tienen que decir? No, es más importante que los adultos se encarguen de las cosas. ¡Nosotros sabemos! Hacemos lo mejor que podemos por deseducar los dones de Dios obligándolos a encajar en una sociedad intelectual, moral y espiritualmente bancarrota que tan generosamente les heredamos. No pueden rehusar.
Vulnerables, dependientes, abusado…si estas son las cualificaciones que tenía en mente Jesús, quizás nos encontremos viendo el salón de banquetes por la ventana, desde afuera. Quizás debamos preguntar cuantos años tenemos ante Dios y nos olvidamos del calendario.

Índice Temático: reino del cielo, niños, pertenecer, Matthew 19:14, R.T France
-----------------------------------------------------------------------------------
http://www.atgodstable.com/subscribe.cgi?l=sp

" AÙN NO ME HECHO EL EXAMEN"


Video Audio

por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el caso de una mujer que «descargó su conciencia» en nuestro sitio www.conciencia.net. Lo hizo de manera anónima, como pedimos que se haga; así que a pesar de que nunca antes se lo había contado a nadie, nos autorizó a que la citáramos, como sigue:
«[A los veinte años de edad]... conocí a un muchacho que me daba el tiempo que yo deseaba. Al año de ser su novia, tuve por primera vez relaciones con un hombre, o sea con él...

»Pasaron cuatro meses, me salió trabajo en otra ciudad y decidí viajar. Al año de estar allá, [mi novio] me llamó un día para decirme que un examen descifró que él era VIH positivo. Como él siempre fue muy manipulador en la relación, pensé que era una mentira para que regresara con él. No me comuniqué más con él.

»Al cabo de dos años, regresé a mi ciudad natal.... Hace dos meses, ese [joven] que fue mi novio violó a una niña. Ahora lo buscan, y en la fiscalía aparece que el diagnóstico es verdadero.... Aún no me he hecho el examen, y me duele mucho haber [echado a perder] mi vida.... Denme un consejo [para que] mi corazón, en medio de la adversidad, se llene de paz. ¡Ayúdenme! ¡Siento que no puedo más!»

Este es el consejo que le dimos:
«Estimada amiga:
»¡Qué suplicio el que ha estado viviendo usted! Lamentamos mucho que esté afrontando una experiencia tan terrible.

»Usted nos pide que le aconsejemos cómo tener paz en el corazón. ¡Vaya y hágase el examen! No va usted a sentir paz alguna a no ser que sepa si ha sido o no infectada. Ni va a poder tomar ninguna decisión hasta que lo sepa. No deje que pase un día más sin pedir una cita para hacerse el examen lo más pronto posible....

»No hay duda de que usted ha aprendido una valiosa lección mediante esta experiencia. Usted cree que ha echado a perder su vida. Pero debe saber que aun cuando resulte VIH positiva, su vida no tiene que echarse a perder. Actualmente muchísimas personas que son VIH positivas llevan vidas productivas y se dedican a instruir al público tocante a los peligros de las relaciones sexuales fuera del matrimonio. Millones de personas como usted tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio sin tener en cuenta las consecuencias. El caso de usted puede motivarlas a reflexionar sobre su propia situación y a cambiar su manera de actuar. Y cuando usted ayude a otros a mejorar su vida, la vida de usted tendrá un nuevo sentido.

»Muchos creen que las normas de pureza sexual son restrictivas y pasadas de moda. Sin embargo, el caso suyo demuestra la razón por la que Dios estableció esas normas en la Biblia. Dios no quiere que nadie se contagie de SIDA, así que nos dio formas para evitarlo. Los que practican relaciones sexuales exclusivamente bajo la cobertura de sus votos conyugales no tienen más que una ínfima probabilidad de contagiarse de enfermedades venéreas, mientras que los que hacen caso omiso de esas normas corren un gran riesgo con cada relación sexual que tienen....

»Con afecto fraternal,
»Linda y Carlos Rey.»

El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo pulsar el enlace en www.conciencia.net que dice: «Caso de la semana», y luego el enlace que dice: «Caso 15».
http://www.conciencia.net/

POR EL HONOR DE LA FAMILIA


Video Audio Nuevo Caso de la Semana

por el Hermano Pablo

La hermosa joven caminaba entre el padre y el hermano. Tenía el cabello negro y lacio, y un cuerpo delgado y esbelto. Era elegante y hermosa, de pura sangre árabe y estricta religión musulmana. Caminaba entre el padre y el hermano hacia las afueras de Jericó.
En un lugar solitario, la joven se adelantó unos pasos. Luego el padre y el hermano hicieron lo que habían ido a hacer. Le dispararon sus revólveres, y la joven cayó muerta. ¿Por qué la mataron? Porque se había enamorado de un hombre que no era musulmán, y esto era un gran deshonor para la familia.

La tradición religiosa musulmana es muy estricta. Si una mujer mancilla el honor de la familia con algún acto deshonesto como el adulterio, se le puede ejecutar, conforme a la ley de su religión. Y casi siempre el verdugo es un familiar cercano: el padre, el tío, el hermano.
Bueno es mantener el honor de la familia. Sería bueno que todas las familias del mundo sintieran esa responsabilidad. Pero al mismo tiempo que damos honra al honor de la familia debemos tener en cuenta las elevadas enseñanzas del Señor Jesucristo. Jesucristo nos enseña que el honor de la familia debemos mantenerlo todos los miembros de la familia: padres, hijos, hermanos, abuelos y nietos.

Hubo una vez una joven judía casada que manchó el honor de su familia. Cometió adulterio, una falta muy seria. La ley de Moisés, inflexible e inexorable, la condenaba a muerte. Muchos líderes religiosos la llevaron a la plaza del pueblo, y tenían también las piedras en las manos para ejecutarla. Con ella en el suelo, se presentaron delante de Jesucristo y le preguntaron: «Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices?»
Jesús no respondió nada al principio. Pero luego alzó la voz para decir: «Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.» Nadie pudo hacerlo. Todos se retiraron de la escena redargüidos por su conciencia.

No podemos menos que preguntarnos si este padre y hermano que llevaron a cabo esta ejecución tenían, por considerarse ellos mismos perfectos, el derecho de hacerlo. Bueno es mantener el honor de la familia, pero basándose en la misericordia, el perdón y el amor.

Las palabras de Jesús a la mujer adúltera fueron: «Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar» (Juan 8:3‑11).

¿Cómo se puede ser honorable en todo? Honrando a Cristo como el Dueño de nuestra vida, sometiéndonos a su divino señorío. Él quiere ser hoy nuestro Señor.

http://www.conciencia.net/