martes, diciembre 22, 2009

Grupo Lausana apela contra el mensaje a la prosperidad


En el mundo las enseñanzas en la iglesia sobre la prosperidad a aumentado enormemente en el mundo y especialmente en África, por lo mismo un grupo de teólogos a formulado un documento para la reflexion de este tema.
La comisión de Teología del grupo de Lausana sostiene que “las enseñanzas de los que promueven enérgicamente el ‘evangelio de la prosperidad’ son falsas y distorsionan gravemente la Biblia”, reconociendo de que hay algunos aspectos de la enseñanza de la prosperidad que tienen raíces en la Biblia.
Esto fue publicado en la revista”Christianity Today” y es una serie de documentos acordados en reuniones del grupo de teólogos de octubre de 2008 hasta septiembre de 2009
Chris Wright y John Azumah, son los destacados teólogos que trabajan en esta comisión. Ellos no quieren ser negativos reconocen la realidad social en la que florece la
Enseñanza, pero consideran que el impacto mundial de estas enseñanzas es dañino pastoralmente, no conviene en lo espiritual y lo mas importante puede desviar a las personas del mensaje de Salvación.
“Nosotros… pedimos al Movimiento de Lausana estar alertas y a hacer una declaración muy clara de rechazo a los excesos de la enseñanza de la prosperidad, que es incompatible con el cristianismo bíblico evangélico” explica su declaración.
“Los creyentes tienen derecho a ser beneficiados en salud y riqueza y que pueden obtener estas bendiciones a través de las confesiones positivas de fe y la ’siembra de semillas’ al pagar diezmos y ofrendas”
Es lo que el Evangelio de la prosperidad es definido por los teólogos de Lausana.
Una encuesta del Pew Forum 2006 dice que en 10 países encuestados sobre el tema dijeron que Dios les concede buena salud, alivio a sus enfermedades, si eran creyentes que tenían fé suficiente. En 9 de los países los pentecostales afirma que estos beneficios de salud y alivio a las enfermedades son debido a su fé, y la mayoría está en África, ellos aceptan este mensaje.
El grupo de Lausana reconoce que se encuentra inmersa dentro de iglesias carismáticas, y se ha ido incorporando en iglesias protestantes tradicionales
Sin embargo hay que alertar que el evangelio de la prosperidad es un fenómeno que trasciende las barreras denominacionales.
“El poder milagroso de Dios que puede operar en forma automática, por técnicas humanas, por manipulación hecha por palabras humanas, o por acciones o rituales”.
Dicen no creerlo, y que no tiene sentido alguno.
Denuncian también “la clara evidencia de que muchos de los que la practican se han alejado de principios básicos y fundamentales de la fe evangélica, incluida la autoridad y la supremacía de la Biblia como la Palabra de Dios, y de estar centrados en la cruz de Cristo”.
Los teólogos dicen que muchas personas han sido engañadas pese a que reconocen de que el número de cristianos a crecido notablemente y que hallan también testimonios notorios de impacto por estos mensajes, pero de todas formas dicen que son falsas enseñanzas.
Este grupo señala que además hay muchos lideres que practican este mensaje pero su calidad de vida extravagante y manipulador lo hace poco ético y en muchos casos ya es idolatría.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.
Publicado el Lunes 21 dAmerica/Santiago Diciembre, 2009 en la categoría Teología.

¿Cómo comenzó la primera navidad?


Uno podría pensar que si el nacimiento de alguien debiera haber quedado registrado, sin duda sería el nacimiento de nuestro Salvador. Sin embargo, la verdad es que no es asi.
Los evangelios no registran la fecha exacta del nacimiento de nuestro Señor
La razón probable, por qué los evangelios no lo registran es que el enfoque de los evangelios es el misterio de la redención-pasión, muerte y resurrección de Cristo. Probablemente, por eso es que el evangelio de San Marcos no incluye la historia del nacimiento, sino que comienza con el bautismo del Señor en el río Jordán. La fecha de la muerte y resurrección si está más registrado por el evento de la pascua judía.
La pregunta que muchos se harían hoy, sería: Entonces donde y cómo comenzó esta festividad.
Antes de la legalización del cristianismo por el Emperador Constantino en el año 313, ninguna fecha universal de celebración de navidad está registrada.
Los padres de la Iglesia Primitiva como Origenes en el 255, Ireneo en el 202 y tertuliano en el 220, no incluyeron la navidad en la lista de fiestas y celebraciones de la iglesia.
Los paganos Romanos acostumbraron reunirse en la colina donde actualmente esta el Vaticano para conmemorar el "Nacimiento del sol no conquistado", esta fiesta la celebraban en todo el imperio del día 25 de Diciembre hasta el 6 de Enero.
Los cristianos de esa época, ante el auge de esa fiesta que tomaba fuerza, decidieron contrarrestar tal actividad celebrando ellos el nacimiento de Jesús y a partir del año 200 los cristianos comenzaron a celebrar como una forma de contrarrestar tal paganismo, el honrar a Jesús con el titulo de "Sol de Justicia".
Muchos podrían objetar, que en ese caso es mejor no celebrar nada. Sin embargo, porque no rescatar la oportunidad de exaltar al Rey de reyes.
Lo triste hoy, es ver como la mayoría de la gente ha convertido la festividad que comenzó en los cristianos del año 200, en una fiesta otra vez llena de paganismo y humanismo. Pero, la Iglesia sigue llamada a exaltar en este tiempo y durante todo el tiempo, la persona del Señor Jesús, como el único redentor de la humanidad.
Jesús, quiere hoy reinar en tu corazón. Dale el primer lugar en tu vida y veras un cambio radical en tu existencia
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche
Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor
Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;
porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Lucas 2:8-12