viernes, noviembre 13, 2009

Amor y Misericordia de Dios



VISITA A CANTÒN JOYA ANCHA ARRIBA, JURISDICCIÒN DE SANTA ELENA, DEPARTAMENTO DE USULUTÀN. 09-11-09

SISTEMATIZACIÒN BASADA EN LA OBSERVACIÒN DIRECTA Y ENTREVISTAS A DIRECTIVOS DE LA ADESCO Y JUNTA DE AGUA.

Joya ancha es un cantón que pertenece al municipio de Santa Elena, en el departamento de Usulután, en el oriente de El Salvador. Se encuentra a unos 5 kilómetros al norponiente del área urbana de Santa Elena y tiene una población aproximada de 800 habitantes.

Lo que al inicio se percibía como un temporal pasajero, se convirtió en una verdadera angustia para los habitantes de Joya Ancha Arriba. La mayoría ni siquiera sabe en la actualidad que las intermitentes lluvias se debían al fenómeno conocido, como tormenta IDA. Todas las familias se acostaron tranquilas y confiadas el sábado siete de noviembre por la noche. A eso de la una de la mañana del día domingo se empezaron a escuchar ruidos extraños, acompañados de un viento proveniente de las faldas del Cerro El Tigre, ubicado a una distancia aproximada de 10 kilómetros de la comunidad.

A medida que avanzaban las horas el ruido se incrementaba. Expresan los habitantes de esta comunidad que se oía como cuando truena muy fuerte, o como cuanto el mar está de marea alta y las olas suenan muy fuerte. Asimismo a medida que la corriente bajaba desde la cima del cerro, la tierra temblaba. Manifiesta don Simeón Amaya, presidente de la ADESCO que el sospechó que algo anormal estaba sucediendo y alarmó a los miembros de su familia para que se levantarán y estar listos para afrontar esta situación.

A eso de las cinco de la mañana del día domingo ocho de noviembre, don Nicolás se anima y procede a investigar a que se deben esos fuertes ruidos. Para su sorpresa cuando se encuentra a unos 40 metros de una quebrada que nunca había representado un peligro en tantos años de residir en esta comunidad, observa que viene bajando una corriente de agua con lodo, piedras, árboles y otros objetos. Pero esta corriente apenas era uno de los ramales en los que se había dividido el deslizamiento principal.

El deslizamiento principal abrió una brecha de aproximadamente entre 150 a 200 metros de ancho a través de una distancia de 10 kilómetros. Pero lo extraordinario es lo que sucedió a unos 300 metros de distancia de un caserío donde viven unas 15 familias.

Cualquiera puede decir que fue un caso de suerte o de la casualidad. Pero todos los habitantes de Joya Ancha Arriba, expresan con gran convicción: “Fue la mano de Dios,
ÉL abrió sus brazos y permitió que el deslizamiento principal, se dividiera en varios ramales, lo que tuvo como resultado que ninguna vivienda y que ninguna persona sufriera daño alguno”.

Si la corriente principal no se divide, la comunidad Joya Ancha Arriba hubiera recibido todo el impacto, y lo más seguro es que la mayoría de las viviendas hubiesen sido destruidas y hoy estuviésemos lamentando la muerte de muchas personas.

Gracias a Dios los daños solamente son materiales. El mayor daño lo representa la destrucción parcial de la tubería primaria del sistema de agua del cual se abastecen cuatro cantones: Joya Ancha Arriba, Joya Ancha Abajo, El Volcán y Piedra de Agua.

El problema que representa la segunda prioridad es la destrucción de la mayoría de las vías de acceso secundarias dentro del cantón (calles, veredas). Esto implica que muchas familias están aisladas y que la única manera de llegar hasta ellas, es a pie o en bestia.

Asimismo existe pérdida parcial de cultivos de maíz y fríjol. En una primera aproximación se estima en unas 6 manzanas de cultivos.

Una vez más la naturaleza nos pasa su factura. Pero en esta comunidad todos los habitantes afirman: “Lo material se hace; pero las vidas no. Esto también confirma el amor y la misericordia de Dios”

Elaborado por: Wilfredo Santillana Argueta
Técnico de DME
Miembro del equipo de evaluación de daños
WORD VISION EL SALVADOR