martes, enero 20, 2009

¿Quièn Es Jesùs?


Si Visitas cualquier parte del mundo hoy y hablas con los que profesan cualquier religión, no importa qué tan dedicados sean a su propia religión, si conocen los hechos históricos, tendrán que reconocer que nunca ha habido un hombre como Jesús de Nazaret.
Él tiene la personalidad más singular de todos los siglos.Jesús cambió el curso de la historia.
Aún hoy, la fecha que llevan los periódicos que lees, dan testimonio del hecho que Jesús de Nazaret vivió en la tierra hace casi 2.000 años.
Su Venida Fue PredichaCientos de años antes del nacimiento de Jesús, las Sagradas Escrituras[la Biblia], predecían, mediante las palabras de los grandes profetas de Israel, la venida de Jesús.
El Antiguo Testamento, escrito por varios autores durante un período de 1.500 años, contiene más de 300 profecías con los detalles de su venida.
Cada una de ellas se cumplió durante la vida, muerte, y resurrección de Jesús, exactamente como lo predijeron los profetas.
La vida que Jesús vivió, los milagros que Él hizo, las palabras que habló, Su muerte en la cruz, Su resurrección, Su ascensión al cielo todo ésto señala al hecho de que Él no fue meramente un hombre, sino más que un hombre.
Jesús dijo: "Yo y mi Padre uno somos." (San Juan 10:30), "El que me ha visto a mi, ha visto al Padre." (San Juan 14:9).
"Nadie viene al Padre sino por mi" (San Juan 14:6).Su Mensaje Produce CambiosConsidera la vida y la influencia de Jesucristo, y notarás que su mensaje siempre produce grandes cambios en la vida de hombres y naciones.
Dondequiera que ha llegado Su mensaje, la santidad del matrimonio, la posición de la mujer y su derecho a votar, han sido reconocidos; muchas instituciones de enseñanza superior han sido establecidas; se han promulgado leyes que impiden el abuso de los trabajadores y de los niños; la esclavitud ha sido erradicada, y multitud de otros cambios han sido logrados para el bien de la humanidad.
Transformación de la Vida de un AteoLew Wallace, un famoso general y genio literario, era un conocido ateo.
Por dos años, el Sr. Wallace estudió en las bibliotecas principales de Europa y de los Estados Unidos, buscando información para escribir un libro que destruyera para siempre el cristianismo. Mientras se dedicaba a escribir el segundo capítulo de tal libro, repentinamente se halló de rodillas en el piso, clamando a Jesús y diciendo, "Señor mío y Dios mío."Ante la evidencia sólida e irrefutable, Wallace ya no podía negar que Jesucristo era el Hijo de Dios.
Más adelante en su vida, el Sr. Lew Wallace escribió la conocida novela "Ben Hur", que es reconocida como una de las principales obras que tratan el tema de los tiempos de Cristo.
Igualmente, el ya fallecido C.S. Lewis, profesor de Filosofía en la Universidad de Oxford, Inglaterra, era un agnóstico que por muchos años negó la deidad de Cristo.
Sin embargo, él también, después de estudiar la avasalladora evidencia sobre la deidad de Jesucristo, por honradez intelectual, se rindió a El reconociéndolo como su Dios y Salvador personal.
¿Señor, Mentiroso, O Lunático?En su famoso libro titulado "Cristianismo y Nada Más" [Mere Christianity], el Profesor. C. S. Lewis dice lo siguiente: "El hombre que siendo solamente hombre, diga las cosas que Jesús dijo, no sería un gran maestro de moral; sería un lunático en el nivel de hombre enfermo de vanidad y orgullo, o el mismo diablo del infierno.
Tu tienes que escoger; este era y es el hijo de Dios, o fue un loco o algo peor.
Lo puedes tomar por un demonio o puedes caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios, pero nunca vengas apoyando la idea absurda de que El fue solamente un gran maestro moral.
Él no nos ha dejado esa opción.
Ese no ha sido Su propósito".Y para ti, ¿quién es Jesús? Tu vida en esta tierra y por la eternidad es afectada por la respuesta que quieras dar a esta pregunta.
Si quitáramos a Buda del budismo, y a Mahoma del islamismo y de igual manera, si quitáramos a los varios fundadores de religiones de los sistemas que crearon, notaremos que muy poco o nada cambia.
Sin embargo, si quitáramos a Jesucristo del cristianismo, no quedaría nada, ya que el cristianismo no es una filosofía ni un sistema ético, sino una relación personal con el Salvador resucitado, que vive para siempre.Un Fundador ResucitadoNinguna otra religión asevera que su fundador haya resucitado de entre los muertos.
El cristianismo es único en este aspecto.
Todo argumento sobre la validez del cristianismo se sostiene o cae en la evidencia de la resurrección de Jesús de Nazaret.Muchos grandes eruditos han creído, y siguen creyendo, en la resurrección de Jesucristo.
Después de examinar las evidencias sobre la resurrección, según las presentan los escritores de los evangelios, el fallecido Simón Greenleaf, considerado una autoridad en jurisprudencia en la Escuela de Leyes de la Universidad de Harvard, llegó a esta conclusión:
"Por lo cual, sería imposible que ellos hubieran persistido en afirmar las verdades que nos narran, si Jesús no hubiera realmente resucitado de entre los muertos; y si no hubieran sabido este hecho tan ciertamente como podían conocer cualquier otro hecho.
"El señor John Singleton Copley, reconocido como una de las más grandes mentes jurídicas en la historia de la Gran Bretaña, comentó:
"Yo creo conocer muy bien en que consiste una evidencia, y les digo, que, evidencia tal como la que ofrece la resurrección de Jesucristo, nunca ha sido derrotada.
"Personalmente nunca me he encontrado con una persona que haya considerado la avasalladora evidencia respecto de Jesús de Nazaret y que no admita que sea Hijo de Dios.
Hay algunos que no creen, pero son sinceros en confesar que "No me he tomado el tiempo para leer la Biblia ni para considerar los hechos históricos acerca de Jesús
".La Expresión Visible del Dios InvisibleConsidera estos pasajes tomados de la Biblia, respecto de Jesús:
"Cristo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles" (Colosenses 1:15,16)."Dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra" (Efesios 1:9,10).Un Señor que ViveDebido a la resurrección de Jesucristo, sus seguidores no simplemente se complacen en seguir el código ético de un fundador muerto, sino que hoy pueden tener una relación personal con un Salvador que vive.
Jesucristo vive hoy y anhela vivir y obrar en las vidas de aquéllos que confían en Él y le obedecen.
Blas Pascal, el célebre físico y filósofo francés, señaló la necesidad que tiene el hombre de conocer y tener a Jesucristo, diciendo, "En el corazón de todo hombre existe un vacío con la figura de Dios, que no puede ser llenado con ninguna cosa creada sino por Dios mismo, el Creador, revelado en Jesucristo".¿Quisieras conocer personalmente a Jesucristo? Sí, es posible.
Aunque esto te parezca presuntuoso o atrevido, el Señor Jesús desea establecer contigo una relación cariñosa.
Él lo anhela tanto, que estuvo dispuesto a hacer todos los arreglos para hacerlo posible.
Ahora, la única barrera que nos impide disfrutar de esta extraordinaria relación es el ignorar quién es Jesús e ignorar lo que É1 ha hecho por nosotros.. por ti.

La pobreza: pecado del primer mundo


Eduardo Delás, España
Lc. 21:1-4 – “Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: en verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobraba; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”.
El relato de Lucas presenta el evangelio desde el testimonio y el compromiso de coherencia de los últimos: Zacarías Elisabet, la profetisa Ana, Simeón, María y José. Pero, además, el papel de las viudas es especialmente subrayado por Lucas: 4:25-26, la viuda de Sarepta; 7:12, la viuda de Naín; 18:3-5, la insistencia de la viuda ante el juez; 20:47, las viudas cuyos bienes son devorados por los escribas. Y, por contra, coloca en crisis a los ricos, los sabios y los poderosos: 1:53, “A los hambrientos colmó de bienes y a los ricos envió vacíos”; 6:24, “¡Ay de vosotros, ricos! Porque ya tenéis vuestro consuelo”; Lc. 16:19ss, el rico y Lázaro.
Un ejemplo es el texto que sugerimos. Los ricos, religiosos y hombres de bien no le llegan ni a la altura del zapato a una viuda pobre, aunque han dado mucho más que ella en el arca del tesoro del Templo. Cualquier mirada ajena a lo que sucedía allí que hubiese contemplado esa escena, sabría distinguir la “pobre ofrenda” de la viuda y reconocer la “enorme generosidad” de aquellos personajes. Pero la mirada que juzga no es la de los hombres, sino la de un Dios que ve y sabe no sólo lo que uno da, sino cómo da, por qué da y con cuanto se queda una vez que ha ofrendado.
El manejo del dinero de los ricos, visto y valorado como un hecho aislado, pasa por ser una buena acción, pero la ofrenda de la viuda desde su condición de pobre, dando todo lo que tenía, relativiza esa conducta. A partir de aquí, ya no vale la cantidad de donativos en sí mismos, sino que estos han de ser valorados desde los bienes y las posibilidades del donante. Una mujer, viuda y pobre ha demolido con su sencilla ofrenda un modo de dar contaminado, hipócrita y egoísta. Lo que cuenta es un corazón limpio, sincero y generoso que, desde la más absoluta gratuidad, se ofrece a Dios no dándole las sobras, sino lo mejor de uno mismo. La seudo-generosidad como “pose religiosa” es invalidada, mientras que la ofrenda sincera es aceptada como una acción de valor incalculable.
Este es, precisamente, el mensaje de evangelio del reino que Jesús ilumina con la historia de la viuda pobre. Para los ricos, a causa de su ofrenda, no cambia nada porque siguen viviendo desde su abundancia sin que sea perturbada su plácida y tranquila existencia. Sin embargo, el comportamiento de una excluida del sistema ha hecho, desde la lectura e interpretación del Señor, que muy poco sea mucho y mucho sea muy poco. Y que, además, ese “muy poco” aparezca legitimado por una actitud de amor y generosidad, y ese “mucho” no sea más que una falsificación de las verdaderas motivaciones del corazón. En el complejo mundo de las disposiciones internas, es necesario mirar las cosas del derecho y del revés.
EL MUNDO ESTÁ AL REVÉS: EL PLOMO APRENDE A FLOTAR Y EL CORCHO A HUNDIRSE.
La aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instint, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas pequeñas y para que los países fuertes devoren a los países débiles, pero es prueba de bestialidad cuando cualquier tipo sin trabajo sale a buscar comida con un cuchillo en la mano. Los enfermos de la patología antisocial, locura y peligro que cada pobre contiene, se inspiran en los modelos de la buena salud del éxito social1. Las posibilidades de que el banquero que vacía un banco pueda disfrutar en paz del fruto de sus “afanes”, son directamente proporcionales a las posibilidades de que un ladrón que roba un banco acabe en la cárcel o en el cementerio. Comenzamos
¿LA ETI… QUÉ?
Si anhelamos la “pole position” en “el mundo al revés” hay que aceptar el sentido utilitario de la propia existencia porque, si renunciamos a todo valor ético ha de ser a lo grande. Repasemos el catálogo del “jeta anti-ética”.
¿Justicia? No, provecho.
¿Amor? No. Placer
¿Criterio? No. Vasallaje.
¿Convicciones? No. Adaptaciones.
¿Compartir? No. Competir.
¿Repartir? No. Acumular.
¿Discreción? No. Exhibición.
¿Humildad? No. Ostentación.
¿Dignidad? No. Compraventa.
¿Prójimo? Si. Yo.
Comienza a probarte la moda impostora de la temporada. Hazte varios “trajes y vestidos” a medida con el fin de combinarlos según la ocasión, siguiendo los cánones de actualidad y estilo, es decir, farsa y engaño para ir a la última en el mundo al revés2.
LA VERDAD SOBRE LA MENTIRA.
¿A que te gustaría saber cómo pueden convertirse grandes embustes en aparentes verdades? Es preciso conseguir la excelencia en algo que seguramente ya practicas instintivamente con el fin de convertirte en un trolero convincente. Pero, cabría preguntarse: ¿Vivimos en una sociedad embustera? Si, sin duda. No nos engañemos, vivimos en el mundo de la impostura, en la era de la simulación, en el tiempo de la supercheria y la mentira y nos hemos acostumbrado a ello con la misma naturalidad con la que esquivamos las cacas de los perros en las acercas de las calles.
Por eso, hay que aprender de los profesionales del sector. ¿Qué te pillan en una mentira? Tono distante, sereno, de resignada disconformidad y digno victimismo. Nunca, jamás, reconocer el desliz. ¿Qué te pillan en una gran mentira? Careto inalterable e inexpresivo como corresponde a la gente que se autoatribuye la condición de ser “de bien” o, incluso, “de mucho bien”. ¿Que ese cliente clave se pone inaguantable? Mirada sumisa, sonrisa dentífrica, pelillos a la mar, genuflexión y palabras condescendientes. Pero, eso si, nunca nadie debe saber la verdad sobre lo que piensas y sientes.
¿Te imaginas a un obispo liado a guantazos con un ateo porque le ha llamado meapilas? ¿Verdad que no? Pero eso no quiere decir que el jerarca no esté hasta la mitra del hereje aunque aparente santa resignación. Por eso, hacia los demás siempre una muy digna retención, prudencia y un piadoso “perdónales porque no saben lo que hacen”. ¿Nos vamos entendiendo? Necesitamos que todos nuestros embustes y apariencias superen la prueba y adquieran denominación de origen de autenticidad.
Nos pasamos la vida mintiendo, por necesidad o provecho, por bribones y sinvergüenzas, o por miedosos y caguetas. De verdad ¿resulta inimaginable sobrevivir un solo día en esta despiadada jungla del “yo, yo y siempre yo” sin tener que recurrir mucho o poco al escudo de la mentira? ¿Verdad que no? Pues entonces. Para militar en el mundo al revés hay que practicar estos “carismas”.
ROBAR O ROBAR, ESA ES LA CUESTIÓN.
La relación entre el significado de una palabra y su aplicación a un hecho concreto cada día parece más difusa y, si hace falta, se difumina aún más. Hay cosas muy claras, por ejemplo: Robar una gallina a punta de navaja ha sido, es y será un robo. Hasta aquí, todo claro. Quitarle al prójimo la cartera en el metro ha sido, es y será hurto. De nuevo están las cosas claras. Pero si vamos un poco más lejos comienzan las complicaciones: conspirar para alterar el precio de algún bien o servicio con el fin de obtener un lucro personal ¿debería considerarse un robo descarado? ¿ y comprar un terreno hoy en 10 y en un mes venderlo en 1000, porque de por medio se forzaron ciertas recalificaciones? ¿y usar información privilegiada para conocer el día clave en que interesa comprar o vender diferentes productos financieros? ¿A que las cosas comienzan a estar difusas.
Porque, claro, ¿quién puede pensar que una señora que usa ropa interior de Christian Dior pueda ser una timadora? ¿Quién osaría suponer que ese sujeto que viste trajes de Armani está arruinado y no es más que un “ratero” a lo grande? ¡Por favor! Los timadores y los arruinados usan lencería de rebajas en Carrefour y trajes de 2 x 75 euros. La violencia moral que represente el dominio de las apariencias para envolver con atractivo embalaje la verdad más auténtica de los intereses creados, se sitúa en la cima de la pirámide del cinismo3, Pero, además, todas estas cosas tienen con frecuencia un impresentable e incondicional aliado: los hombres de la religión que, con frecuencia, parecen sufrir de amnesia colectiva cuando se trata de poner al descubierto estas cuestiones ¿Cuántas veces hemos escuchado una predicación en la se haya hecho referencia crítica al pecado de la evasión de capitales, el abuso usurero, el tráfico mercantil defraudador, la especulación, la explotación del ser humano (hombre, mujer o niño) o el blanqueo de dinero, delitos que por su naturaleza sólo podrían cometer las clases privilegiadas y rara vez el albañil, el ama de casa, la operaria de la fábrica, el mecánico o la señora de la limpieza? ¿Por qué regla de tres el discurso sobre el pecado ha de machacar siempre a los pobres, los sencillos, los últimos?
Curiosamente, cualquiera de las operaciones mencionadas anteriormente, reportarían a su autor el equivalente al robo de 10.000 gallinas (por decir una cifra) o de 20.000 carteras (por decir otra), pero aquí, ante estos nuevos supuestos es muy probable que surjan voces que nos digan: Alto, que no está tan claro. Algunos de esos ejemplos no se pueden considerar robo o estafa. Depende. No se puede ir por ahí poniendo en duda así como así la reputación de las personas. ¿Depende? Debe realmente depender cuando hacemos un repaso estadístico del número de reclusos en las cárceles españolas por robo de gallinas o carteras y, por otra parte, de los que hay por los hechos referidos anteriormente. Algo se nos escapa cuando la economía criminal organizada internacionalmente representa ya, según todas estimaciones más del 20% del PIB mundial, mientras en las cárceles prácticamente habitan sólo roba gallinas y traficantes de menores. Es el mundo al revés, una vez más.
¿OTRO MUNDO ES POSIBLE?
¿Existe otra forma de vivir? ¿O debemos conformarnos con formar parte del sumiso “rebaño lanar” en un mundo patas arriba? ¿Se puede ser, estar y participar de la propia existencia desde una auténtica libertad en una sociedad en la que todo tiene un precio?
Contestemos a este sencillo cuestionario:
¿Cuántas veces hemos dicho “si” a algo cuando hubiéramos querido decir “no”?
¿Cuántas veces hemos mirado a otra parte cuando la realidad que teníamos delante comprometía demasiado?
¿Cuántas veces nos hemos visto “obligados” a no colocarnos al lado de quien queríamos por hacerlo del que convenía?
¿Cuántas veces hemos ocultado nuestras convicciones por miedo a que no fueran aceptadas?
Pero, claro, es que poner en cuestión el poder significa romper el orden establecido y eso es impopular y tiene un costo muy grande. Perdón, eso se llama LIBERTAD. LI-BER-TAD.4 La libertad de aprender a no arrugarse y siempre decir lo que uno piensa y siente, empezando por poner en cuestión un sistema que deshumaniza, empobrece, denigra y nos convierte en silenciosas y sumisas “ovejas de la manada”.
¿Cuánto vale decir por ahí no paso? ¿Cuánto denunciar la corrupción que nos rodea de continuo mientras multitud de personas son ninguneadas, ignoradas, humilladas, empobrecidas y muchas de ellas mueren cada día de hambre a causa de “accidentes” en la aldea global? ¿Cuánto vale defender las propias convicciones anteponiéndolas a cualquier otro provecho? Eso es libertad, LI-BER-TAD y la podemos encontrar en la persona de Jesús, en su mensaje, en su compromiso de vida y en las palabras de su evangelio:
Jn. 8:31, 36; Gál. 5:1 – “… Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres… Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres”.

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1 GALEANO E. Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Siglo XXI 2008. 6
2 SÁNCHEZ J. Manuel para cínicos. De cómo triunfar en la sociedad de la mentira. Pensamiento Alternativo. 2006. 210
3 SÁNCHEZ J. Op. Cit. 187
4 SÁNCHEZ J. Op. Cit. 320-323

Martin Luther King Luchò por la Igualdad y derechos humanos


Martin Luther King nació en Atlanta en 1929 y murió en Memphis a la edad de 39 años.
Estudió teología en la Universidad de Boston.
Desde joven tomó conciencia de la situación de segregación social y racial que vivían los negros de su país, y en especial los de los estados sureños.
En 1954 se convirtió en pastor bautista y se hizo cargo de una iglesia en la ciudad de Montgomery, Alabama. En 1957 King y otros líderes negros fundaron la Conferencia del Liderazgo Sureño Cristiano para usar medios pacíficos contra la discriminación y progresar en los derechos civiles.
En la emblemática marcha del 28 de agosto de 1963, su lucha alcanzó uno de sus momentos culminantes cuando encabezó un gran movimiento sobre Washington, en la que participaron más de 200 mil personas, ante las cuales empezó a dar su famoso discurso “Yo tengo un sueño”.
Èste fue unoo de sus más bellos discursos por la paz y la igualdad entre los seres humanos.
Él y otros representantes de organizaciones antirracistas fueron recibidos por el presidente John Kennedy, quien se comprometió a agilizar su política contra el segregacionismo en las escuelas y en la cuestión del desempleo, que afectaba de modo especial a la comunidad afroamericana.
En 1964 Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz.
Sin embargo, el 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis.
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