lunes, septiembre 14, 2009

La Religiòn de Jeús


Por Harold Segura

Jesús no fue un Maestro común y corriente que, como muchos, enseñara sin causar reacciones adversas por parte de sus oyentes. Jesús no fue así. Jesús dijo cosas que incomodaron a los religiosos de su tiempo, que enardecieron a los políticos y que causaron ira en sus demás enemigos. Su muerte en la cruz fue causada por quienes no soportaron más sus «irreverencias» y decidieron acallar su voz… ¡cómo si muriendo no hablara más claro y más fuerte!
Es entendible que desatara tanta furia cuando enseñaba en contra de las tradiciones religiosas y de los dogmas que los sacerdotes de su época habían acomodado para su propio bienestar. Eso se entiende. Lo incomprensible es que sus enemigos también reaccionarán cuando sanó a algunas personas. ¿Cómo se puede estar en contra de que un paralítico se levante o un ciego vea? Pero eso fue lo que sucedió.
Juan 9:1-42 narra la historia de un joven que era ciego y fue sanado por Jesús. Dice el evangelio que los religiosos de su época reaccionaron en contra de Jesús porque lo había sanadao un sábado. ¡No puedo creer que gente tan experta en la ley del Antiguo Testamento respondieran de esa manera! Dijeron: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado» (9:16). Para ellos era más importante respetar la institucionalidad religiosa que devolverle la vista a un ciego. Es decir, primero las normas, después el ser humano; la religón antes que la vida.
El texto del evangelio de Juan deja al descubierto lo absurda que puede llegar a ser una religión cuando olvida que el amor a Dios se expresa por medio del amor al prójimo. Para Jesús la vida plena estuvo siempre primero que las instituciones religiosas. Para él no había mejor manera de dar gloria al Padre que devolviéndole la vida a los que no la tenían (10:10). Que los cojos caminen, que los muertos resuciten, que los ciegos vean, que las viudas tengan consuelo, que los pecadores reciban perdón y que los niños y las niñas gocen de cariño; esta fue la religión de Jesús.

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