martes, septiembre 15, 2009

Cuanto Más


Skip Moen,

Si al dueño de la casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los de su casa! Mateo 10:25

Cuanto Más - El primer principio de interpretación rabínica era común en la enseñanza de Yeshua. Este solo es un ejemplo de Mateo. Ese principio, ka va-choner (sencillo y complejo, literalmente “liviano y pesado) es razonar desde algo conocido hacia algo menos conocido, desde algo evidente hacia algo menos evidente. Así que Yeshua observa que si es apropiado llamar al amo de la casa de ha-satan por su nombre demoniaco, cuanto más obvio será llamar a los siervos de su casa por el mismo nombre. En otras palabras, aquellos quienes sirven al diablo son del mismo carácter del diablo. Y aquellos que sirven a Dios serán del mismo carácter de Dios. En este intercambio con sus detractores, Yeshua demuestra el principio rabínico para demostrar la falacia en su argumento de que El es del diablo. ¿Cómo puede ser posible cuando El hace buenas obras? Estos detractores conocían el principio. Yeshua meramente la utiliza en su contra.Pero si no comprendemos este principio comúnmente aceptado en la práctica exegética, no veremos con cuanta astucia la utiliza Yeshua. Nos perderemos completamente el carácter judío de Su debate. Solo proseguiremos a creer que Yeshua es realmente solo “Jesús” el fundador del cristianismo. Aun más, no veremos el principio en acción en Pablo, Pedro y Juan. Ellos también utilizaron métodos rabínicos. Si en verdad vamos a pensar como pensaron ellos, si realmente deseamos entender lo que dijeron, entonces tendremos que cambiar la manera en que “justamente dividimos” la Escritura.La mayoría de los cristianos tienen una idea del proceso exegético apropiado. Eso es decir, que han aprendido (usualmente por osmosis) el significado de dar un sermón, preparar un estudio bíblico o devocional o enseñar la lección de la escuela dominical. Poseen apoyos y libros y comentarios. Todos estos son muy útiles. Yo utilizo recursos similares, (como probablemente pueden ver)- Pero también sé que la aproximación hebrea a la Escritura es muy, muy diferente a los ejercicios exegéticos de fundamento típicamente griego que usualmente utilizamos. Nosotros los de entrenamiento griego buscamos respuestas. Sospecho que la mayoría de los eruditos hebreos realmente buscan preguntas. Dios tiene las respuestas, pero la mayoría de nosotros realmente no comprendemos las preguntas. Algunas veces el conocimiento verdadero de la vida no es más que conocer cuál es la pregunta. Claro que descubrir la pregunta con frecuencia es más difícil que encontrar la respuesta.¿Puedo pedirte que respires profundamente y te permitas el lujo de no conocer la respuesta? ¿Estarías tan seguro, igual de gozoso, igual de cómodo en los brazos del Señor si lo único que supieses fuesen las preguntas? Esta no es una solicitud insensata. Gran parte de nuestra angustia y ansiedad viene de la constante búsqueda de respuestas. “cuanto más.” Si tu Padre celestial sabe cuidar de los pájaros en el aire, ¿Cuánto más sabrá cuidar por ti? ¿NO es acaso esta una pregunta? cuanto más, kal va-chomer, Mateo 10:25

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