sábado, septiembre 19, 2009

¿Cómo lo hemos hecho aburrido?



‘Seréis odiados por todos por causa de mi nombre….’

Francamente durante mis 14 años de trabajar con jóvenes he usado ese versículo de Mateo 10 muy pocas veces para apoyar y entusiasmar a jóvenes a seguir a Cristo. Al hablar de las cinco razones por qué ser un cristiano es una pasada, el tema de ser odiado por todos se suele dejar callado. Y claro está que no se habla de la parte de ser detenido (Mateo 10 v.19) y de la sección que nos habla lo maravilloso que es cuando la gente te insulta, persigue y levanta contra ti toda clase de calumnias (Mateo 5 v.11).

Ese tipo de enseñanza no suena muy atractiva y, al fin y al cabo, queremos apoyar a los jóvenes a seguir a Cristo así que, nos tomamos horas diciéndoles como su vida se mejoraría si fueran cristianos porque Jesús, su propio ángel de la guarda, existe primordialmente para hacerles sentir mejor de sí mismos.

Pero el problema es este: Jesús sí les dijo estas cosas a los discípulos y cuando leo sus palabras me hace considerar lo que realmente queremos decir cuando hablamos de discipular a jóvenes. O sea, ¿de qué tipo de discipulado estamos hablando?

La marea ha estado bajando

Ha habido varios artículos escritos sobre jóvenes y su asistencia a la iglesia. Este no es uno de ellos. No intento sacar a relucir las estadísticas que todos conocemos tan bien, sólo quiero resaltar la verdad asombrosa que en los últimos 25 años la iglesia en el Reino Unido ha perdido, como promedio, unos 500 jóvenes cada semana.

Según Reaching & Keeping Teenagers (Alcanzando y Manteniendo Adolescentes) escrito por Peter Brierley, en los años 90, esta cifra era 1000 por semana. Eso es 50,000 jóvenes menores de 15 años por año. Medio millón de adolescentes dejaron de asistir a la iglesia en la ‘década de evangelismo’.

Cómo sucedió esto?

Miro a las páginas de la Biblia y leo historias de gente que dio su vida por el llamado más grande que pudieran haber recibido nunca; hombres y mujeres que tuvieron la aventura más llena de adrenalina; comunidades que se entregaron a un estilo de vida más apasionante y radical de lo que jamás se hubieran imaginado. Sin embargo, en el Reino Unido, miles de jóvenes se han alejado del cristianismo y supongo que es por el hecho de que no había nada que llamó su atención. Me imagino que les pareció aburrido. Otra vez, esto me obliga a considerar: ¿qué es realmente lo que queremos decir con discipular a jóvenes?

Corre, salta, brinca, baila…

En su provocativo y desafiante libro The Irresistible Revolution – living as an ordinary radical (La Revolución Irresistible – Vivir como un radical ordinario), Shane Claiborne nos cuenta de su profesor de Universidad quien dijo: ‘En todos lados gente vivirá su vida cuidadosamente sólo para poder llegar a la muerte sin riesgos. Pero hijos míos, no caminéis tan cuidadosamente. Corred, saltad, brincad, bailad, de todo menos andar cuidadosamente.’

Me pregunto: ¿los adolescentes han dejando de asistir a la iglesia (miles de ellos) porque lo que oyeron y vieron fue una iglesia que dio la apariencia de vivir cuidadosamente esperando llegar a la muerte tranquilitos y sin ningún riesgo? Si yo hubiera observado esto, yo también me hubiera largado. Shane Claiborne comparte la historia de uno de los jóvenes con quien trabajaba:

‘Cuando era un líder de jóvenes, uno de los adolescentes que había dado su vida a Cristo fue detenido pocas semanas después por tener ácido en el cole. Me acuerdo que le pregunté desanimado, ‘¿Qué pasó chaval?’ simplemente encogió sus hombros y dijo ‘Me aburrí’. ¿Se aburrió? Dios perdónanos por todos los que hemos perdido por haber hecho el evangelio tan aburrido. Estoy convencido de que si perdemos a adolescentes por causa de drogas y materialismo, de violencia y guerra, es porque no les retamos, no por no entretenerles. Es por presentar el evangelio de una forma demasiada sencilla, no por hacerlo demasiado difícil. Jóvenes quieren hacer algo heroico con sus vidas, y por eso juegan video juegos y se apuntan al ejército. Pero ¿qué pueden hacer con una iglesia que les enseña a vivir cuidadosamente para llegar a la muerte sin riesgos?

Las buenas nuevas de Jesucristo es el mejor mensaje que el mundo ha oído y oirá jamás. Es un mensaje que debería motivar a los seguidores de Cristo de todos partes del mundo a vivir una vida llena de aventura e inyectada de adrenalina; una vida de misión y servicio con una dependencia en Dios que te llena mucho más que cualquier otra cosa.

¿Cómo hemos convertido el evangelio en algo aburrido?

Hechos 19

Quizás nuestro discipulado debería ser un poco más como el que se encuentra en Hechos 19. Este capítulo nos presenta a dos hombres llamados Gayo y Aristarco. No sabemos mucho sobre ellos excepto que eran de Macedonia y eran acompañantes de viaje de Pablo. Me pregunto si alguno de ellos tenía idea de lo que significaba seguirle a él. El estaba, en su propia forma, discipulándoles, invitándoles a viajar junto con él en su gran aventura, plantando iglesias en ciudades no alcanzadas por el evangelio. Y de repente en Éfeso estos dos personajes toman el centro del escenario - literalmente.

Leemos que hubo un disturbio por el impacto que tuvieron Pablo y su equipo sobre las prácticas paganas y el intercambio entre los plateros. Gayo y Aristarco se encontraron involucrados en esto y fueron arrastrados por la ciudad hasta el teatro que estaba lleno de Efesianos enfadados. Me pregunto si cuando se apuntaron para viajar con Pablo esperaban esto – ser arrastrados por una multitud de gente, en pleno disturbio, por el centro de una de las ciudades más importantes del mundo, a un teatro con unas 25.000 personas.
Cuando analizas los acompañantes de viaje de Pablo - gente que solía pasar tiempo con él, chicos como Gayo y Aristarco - te das cuenta de que Pablo les invitó a que participaran en la aventura que él estaba viviendo. No era un solitario, él tenía compañeros, gente que viajaba con él, gente que él formaba y enviaba a lugares donde él no podía llegar.

Los compañeros de Pablo se encontraron en situaciones increibles: Timoteo de joven supervisando la iglesia en Éfeso, Gayo y Aristarco enfrente de 25.000 personas en el teatro de Éfeso. Si estabas viajando con Pablo, muy pronto te dabas cuenta que no estabas en ninguna excursión cómoda. Ibas a ser desafiado y expuesto a situaciones extremas porque parece que Pablo tenía un sólo contexto de discipulado, y ese era en la aventura de misiones. Atrajo gente a la aventura a la que él mismo había sido llamado. Para sus compañeros, el evangelio de Cristo no era nada aburrido. Era la aventura más grande por la que vivir.

Entonces, ¿cómo puede este tipo de discipulado influenciar nuestro trabajo con jóvenes?

1. Peleando contra el consumismo
Tenemos que enseñar a nuestros adolescentes que el Cristianismo no es una fe que se trata de tener a su ‘Jesús personal’ para que se cuide de sus necesidades personales. Sí, en su gracia y amor por nosotros, Dios nos moldea y nos forma para convertirnos en la persona que él quiere que seamos – pero esto hecho a su manera, no la nuestra.

Me topo con varias personas que, por cualquier razón, piensan que su vida como cristiano y su participación en la vida de la iglesia existen principalmente para cuidarse de sus necesidades. Ellos son, en todos los sentidos de la palabra, consumidores.

Por lo cual, la vida de la iglesia existe para conformarse a su horario, y adaptan los partes de la Biblia que les conviene a su estilo de vida, y cuando ya no les satisface – se van. Deberíamos enseñar que la vida de un cristiano no se trata de ser servido, sino servir. No se trata de lo que podemos recibir, pero lo que podemos dar.

2. El cuidado pastoral en el contexto de misiones
El cuidado pastoral de nuestros jóvenes tiene importancia primordial. Creo que tenemos un papel dado por Dios de cuidar y pastorear a los jóvenes por quienes somos responsables. Pero no puedes pastorear gente en un vacío.

Tenemos que pastorear nuestros adolescentes en el contexto de misiones. Les pastoreamos para que lleguen a ser quienes Dios les creó a ser y así liberarles para que puedan hacer todo lo que fueron creados a hacer.

Nuestro papel como líderes de jóvenes no es ayudarles a resolver todos sus problemas, sino ayudarles a convertirse en la persona que fueron creados a ser. Por lo tanto, un ministerio de jóvenes que se enfoca principalmente en el cuidado pastoral no servirá muy bien a los jóvenes y, en realidad, ¡tampoco les pastoreará muy bien! Un cuidado pastoral holístico debería ayudarles a ver fuera de ellos mismos, y debería provocarles a servir a otros. Es ahí donde podemos encontrar madurez (Efesios 4 v 12-13). ¿Por qué no evitamos la tontería de no involucrar a jóvenes en el ministerio y servicio por no estar ‘listos’ o por tener ‘cuestiones en las que todavía tienen que trabajar’. ¡Cuídate de ellas en la misión!

Si no estás de acuerdo conmigo, lee sobre estos personajes de la Biblia – Jeremías, Josías, Sansón, David, Gedeón, María, Timoteo, José. ¿Ellos estaban listos? ¿Tenían la edad correcta? ¿Alguno de ellos tenían cosas que arreglar?

3. Una visión más amplia
Nuestros jóvenes deberían tener la oportunidad de comprender lo grande que es la ‘Gran Historia’ de la cual ahora son parte, como revela la Biblia.

Y que desde el principio del mundo Dios ha tenido un plan para una gente en la tierra que refleje su imagen, que lo alabe y que extienda su Reino.

Que ser parte de una iglesia local es muchísimo más que simplemente asistir por obligación una hora a la semana. En lugar de esto la iglesia es el instrumento escogido por Dios para establecer su reino y justicia en cada nación de la tierra a través de las nuevas transformadoras y el poder de Jesús.

Que cada persona que somete su vida a Jesús ahora forma parte de esta aventura de alcanzar a todos en la tierra y que tienen un papel único a desempeñar.

Mientras todos contribuimos, usando los dones que Dios nos ha dado a cada uno personalmente, la iglesia funcionará como fue planeada que funcionara.

Sin embargo, si reducimos esta historia a unas reglas, a un sin número de charlas sobre la imagen de uno mismo y de cuando te toca la responsabilidad del proyector, entonces sí que hemos perdido el enfoque.

Todos queremos la atención de los jóvenes. Simplemente camina por la calle, lee una revista o mira la televisión. Comerciantes invierten millones para atraer a jóvenes a sus productos, para vivir sus sueños, para llevar sus marcas. Cada día hay millones de mensajes peleando por la atención de nuestros jóvenes y miles de oportunidades emocionantes.

Los jóvenes están tomando decisiones con respecto a qué hacer con sus vidas y si no se les presentamos un evangelio auténtico y una misión auténtica, si eso no les llama la atención, hay 101 otras cosas fuera de la iglesia que les van a atraer. Tenemos que ofrecerles una forma de vivir que valga la pena, y no hay nada mejor, nada más emocionante, no hay otra aventura más grande, que seguir a Cristo radicalmente al fin del mundo y ver el Reino de Dios establecido en la Tierra.

4. Vive la Vida
Básicamente, si queremos que nuestros jóvenes vivan esta aventura, debemos vivirla también. Cuando consideres cómo liderar a tus jóvenes hacia esta aventura, la cual llamamos discipulado, quizás deberías preguntarte a ti mismo…¿en cuál aventura estoy yo? El liderar es estar unos pasos adelante de los que estás liderando.

Un Discipulado Auténtico

Seguir a Cristo es la cosa más emocionante a la que un ser humano puede dedicar su vida. Una generación dejó de asistir a la iglesia porque por cualquier razón, lo que la iglesia modeló y de lo que habló, no les llamó la atención. No estamos en una posición de presentarlo de una forma sencilla a los jóvenes a quienes servimos; les debemos más y es de suma importancia.

Servimos a nuestros jóvenes mucho mejor cuando les presentamos toda la verdad y la visión completa de lo que realmente significa seguir a Cristo. Esto incluye contarles que habrá gente que los insultará, odiará, desafiará ¡y quizás detendrá! Si no les enseñamos estas cosas no estamos preparándoles verdaderamente para lo que significa seguir a Cristo.

Los jóvenes están desesperados a dar sus vidas a algo y no hay nada mejor que Jesús.

Jim Partridge está en el equipo de liderazgo en The King’s Church, Middlesex, Inglaterra

No hay comentarios: