viernes, mayo 01, 2009

Discipulado integral Parte II


por Harold Segura C.

La formación cristiana, desde esta perspectiva de la acción consecuente, se diferencia de las falsas doctrinas (herejías) que proliferaban por aquel entonces y que Pablo combate en sus cartas.


«Ejercita el don que recibiste mediante la profecía, cuando los ancianos te impusieron las manos” (1Ti 4.14)

¿Cuál es el interés prioritario de las cartas pastorales? ¿El crecimiento personal de Timoteo y Tito, o la consolidación de las iglesias a su cargo? Los dos propósitos se conjugan bien y se inciden mutuamente. Las iglesias se edificarán en la medida que sus dirigentes sean creyentes maduros, y estos, a su vez, lograrán la madurez mientras ejercitan sus dones y se involucran en la proclamación y defensa del evangelio.

La propuesta del apóstol es «formación en la acción». Porque el discipulado no es un proceso retórico a la manera de la escuela clásica griega. Éstos disfrutaban el arte de preguntar y de especular sobre la verdad por la vía del conocimiento abstracto. La filosofía nació con ellos. Por el contrario, el discipulado es un proceso de vida que se aprende en medio de la acción de servir a Cristo, mientras «se sube la montaña», como lo muestra esta historia:

«Desde cuándo eres monje? Pregunté.—¿Un verdadero monje? Desde hace poco. Empleé cincuenta años escalando la montaña de la decisión.—Dime, ¿hay que comprender antes de decidir, o se decide y luego se comprende?—Si quieres de verdad seguir mi consejo —dijo— no hagas tantas preguntas y sube la montaña»

Así sucedió con los primeros cristianos. No se hicieron muchas preguntas acerca de la oración, o del perdón, o de la evangelización, o del amor; ellos simplemente oraban, perdonaban, evangelizaban y amaban. No es que en el discipulado no haya lugar para los cuestionamientos —de ellos está llena la teología—, sino que las interrogantes van en su lugar adecuado:

tras el seguimiento. Segundo Galilea lo expresa así: «Se trata de conocer al Señor que seguimos contemplativamente, con todo nuestro ser, particularmente con el corazón. Como un discípulo y no como un estudioso. Como un seguidor y no como un investigador... no conocemos a Jesús sino en la medida que buscamos seguirlo»... y servirlo, agregamos nosotros, en medio de su pueblo.
De allí que las disciplinas trazadas por el apóstol tengan que ver con el compromiso radical de seguir a Jesús en medio de las condiciones adversas del mundo (2 Ti 3.1), de la apostasía reinante (1 Ti 4.1), y de los falsos creyentes (2 Ti 4.14).

Por otra parte, a la acción ministerial dentro de la iglesia, se suman las buenas obras para con los de afuera. La diaconía, expresada por medio de las buenas obras hacia los más necesitados es uno de los temas centrales en las tres epístolas.

Pablo exhorta a ocuparse en las buenas obras para que la fe tenga fruto: «Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras, a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil» (Tit 3.14). «Vida inútil», según la expresión del texto, equivale a «discipulado infructuoso».

La formación cristiana, desde esta perspectiva de la acción consecuente, se diferencia de las falsas doctrinas (herejías) que proliferaban por aquel entonces y que Pablo combate en sus cartas. Esas son fábulas que conducen al debate grandilocuente, pero que no contribuyen a la «edificación de Dios que es por fe» (1Ti 1:4). La «fe no fingida» (1Ti 1.5; 2Ti 1.5) es aquella que logra traducir la piedad personal e íntima, en acciones que expresan el amor de Dios al mundo necesitado.

Jesús, en la llamada Gran Comisión según Mateo, manifiesta que los suyos deben ir a hacer discípulos «enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes» (Mt 28.20). Al respecto señala René Padilla que este es un «proceso de formación en la práctica y para la práctica de la enseñanza de Jesús —la voluntad de Dios—, sin la cual no hay discipulado genuino».
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El autor, colombiano de nacimiento, es consultor de Relaciones Eclesiásticas e Impacto Cristiano para América Latina y el Caribe de Visión Mundial Internacional.

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