miércoles, diciembre 24, 2008

Dolor de Vida


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Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, (Ephesians 5:25 LBLA)

Amad – Pablo dice a los hombres menos que a las mujeres. Quizás sucede porque la obligación del esposo debería ser mucho más evidente. Se resume justo aquí – “como Cristo amo.” Difícilmente requiere más explicación. Cualquiera que sea la relación con su esposa, cualquiera que sea el rol que ella ocupa, esto debe ser completamente claro. Se espera que un hombre de su vida por ella.

Me imagino que la mayoría de los hombres estarían de acuerdo – en principio. Y bajo amenaza de daño físico, la mayoría de los hombres se sacrificaría por la mujer que aman. Pero también sospecho que Pablo tenía en mente mucho más que la posibilidad de muerte para salvar a nuestras esposas. Si reflexionamos sobre la manera en que amó Jesús a la iglesia, veremos que requirió un sacrificio mucho más amplio que la protección física. Consideremos todas las consecuencias.

Primero, Yeshua desestimó su posición exaltada para tomar el papel de amante de la iglesia. Bajó del cielo y se hizo doulos, un esclavo, obediente a otros seres humanos y a todo el libro de instrucciones de Dios. El primer paso en amar a la iglesia es la humildad total. Yeshua vino sin agenda propia, sin otras expectativas y sin otro plan. ¿Supones que amar la mi esposa requiere que haga a un lado mi agenda, mi orgullo, mi ego y mis expectativas?

Segundo, Yeshua demostró obediencia completa a la voluntad del Padre a pesar del hecho que el mismo pueblo por quién vino en rescate se comportó como Sus enemigos. No dudó en Su compromiso por su redención aun cuando buscaron Su vida, rechazaron Su mensaje y lo trataron con irrespeto. Me pregunto si amar a mi esposa como Yeshua amó a la iglesia significa que debo mostrarle toda bondad, cada consideración y mucha suave misericordia aun cuando siento que es mi enemiga personalmente seleccionada.

Finalmente, Yeshua tomo voluntariamente el rol de dador de vida. Literalmente cedió Su vida para que la iglesia pudiese ser redimida- y tuviera vida. En el pensamiento hebreo, la esposa (´ezer) es la salvadora de la vida, la que nutre, protege y provee, la que emula el papel de Dios en Su relación con Israel. El Hijo tiene un rol diferente, el dador de vida. Por Sus acciones, Israel regresa a su misión. Por Su sacrificio, Israel se renueva. Por Su poder, Israel recibe la capacidad de cumplir su destino divinamente señalado. El salvador de la vida no puede hacer lo que debe hacer a menos que el dador de vida haga lo que debe hacer. Juntos son humanos.
Pablo escogió la palabra ágape, y esta dice todo lo necesario – benevolencia hacia otro a precio de mi mismo, sin precondiciones y sin expectativas. Esposos, amen a sus esposas.
Índice Temático: Amor
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